Vivimos en una era de movilidad humana sin precedentes en la que los migrantes, tanto internos como internacionales, se trasladan a las ciudades y las zonas urbanas. La geografía de los flujos migratorios está cambiando en consonancia con la evolución de la economía mundial. Ahora son mucho más numerosas las ciudades del planeta que se han convertido en lugares de destino de los migrantes y todo ello exige nuevos enfoques en la gobernanza urbana y las políticas migratorias.
Actualmente, se estima que en el mundo hay 258 millones de migrantes internacionales de los cuales 124 son mujeres; 36 millones, niños; 25.4 millones refugiados registrados, 150 millones trabajadores y 5.4 estudiantes internacionales. Alrededor del 50% de los migrantes internacionales reside en diez países altamente urbanizados y de ingresos altos, es decir, Australia, Canadá y los Estados Unidos de América, varios países de Europa (Alemania, España, Francia y el Reino Unido), Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y la Federación de Rusia. Los migrantes tienden a concentrarse en las ciudades de esos países
Es de prever que prácticamente todo el aumento de la población mundial en los próximos decenios —otros 2,500 millones de personas— se produzca en las zonas urbanas de los países de ingresos bajos y medianos, particularmente en África y Asia.
El aumento a gran escala de la migración hacia los centros urbanos es inevitable debido a las realidades globales dominantes como el envejecimiento de las sociedades, el lento y desigual crecimiento económico de las regiones dentro de un mismo país y entre los países, la inestabilidad social y los embates del cambio climático.
Todas las ciudades del mundo experimentan un movimiento constante de personas que se trasladan entre las comunidades urbanas, regionales, nacionales y mundiales. En consecuencia, las ciudades hacen frente a retos cada vez mayores en lo que respecta a la gestión de la diversidad resultante de la migración.
Sin embargo, en el plano mundial las políticas sobre la migración y la urbanización suelen examinarse separadamente en distintos foros, lo que se traduce en una falta de coherencia política.
Migración a Norte América
Los Estados Unidos siguen siendo el principal país de destino para los migrantes en el mundo. El número de inmigrantes africanos en los Estados Unidos se ha más que duplicado en los últimos 10 años, alcanzando alrededor de dos millones. Mientras tanto, los flujos migratorios de los países asiáticos en desarrollo a los Estados Unidos y Canadá continúan aumentando constantemente.
De manera similar, los flujos migratorios de la mayoría de los países de Centroamérica y de muchos países del Caribe a los Estados Unidos han seguido aumentando de manera constante desde 2011. Una buena parte de estos flujos son irregulares. De hecho, alrededor del 40 por ciento de todos los migrantes irregulares en los Estados Unidos, o aproximadamente seis millones, nacieron en América Central o el Caribe.
Una tendencia migratoria irregular particularmente alarmante, que ha crecido recientemente en los Estados Unidos, está formada por niños inmigrantes, especialmente no acompañados, originarios principalmente de Mesoamérica.
Sin embargo, México sigue siendo el principal país de origen para los inmigrantes que ingresan a los Estados Unidos y el principal país de origen migrante en el mundo.
Los Estados Unidos son también el principal país de destino a nivel mundial para los inmigrantes originarios de países desarrollados (migración Norte-Norte). De hecho, los Estados Unidos forman parte del primer, tercer, cuarto y quinto corredores de migración Norte-Norte más importantes del mundo. En orden decreciente, Alemania, Canadá, la República de Corea y el Reino Unido son los principales países migrantes de origen que conforman estos corredores.*
*Fuente: Organización Internacional para las Migraciones
Agenda para la protección de personas refugiadas en México: 2019-2024
A lo largo de la historia, México ha brindado protección y asilo a miles de personas que se han visto obligadas a huir de sus países de origen por violencia y persecución. En años recientes, la mayoría de estas personas provienen del Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) y de Venezuela. En México, el número desolicitantes de la condición de refugiado ha aumentado de 2,137 en 2014 a 14,596 en 20171, y el país se está convirtiendo en un lugar de destino para estas personas, no únicamente un país de tránsito.
Se prevé que esta tendencia de aumento continuará. A pesar de esto, el número de refugiados en México sigue siendo reducido si se toma en cuenta la población del país: hay únicamente un solicitante por cada 9,000 mexicanos, y en 2016 México no figuraba entre los primeros 100 países anfitriones de refugiados a nivel mundial, en términos per cápita. Conoce más en ACNUR.
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